La impregnación en polvo se genera mediante el proceso de lecho fluidizado. En el generador de gas Winkler, se utilizó inicialmente un lecho fluidizado para la descomposición por contacto con petróleo, y posteriormente se desarrolló un proceso de contacto bifásico sólido-gas, que posteriormente se aplicó gradualmente a los recubrimientos metálicos. Por ello, a veces se le denomina "método de recubrimiento por lecho fluidizado". El proceso consiste en añadir el recubrimiento en polvo al fondo de un recipiente poroso permeable al agua (canal de flujo), introducir el aire comprimido del soplador y procesarlo para fluidizarlo. Se obtiene un polvo fino distribuido uniformemente.
El lecho fluidizado es la segunda etapa del flujo de sólidos (la primera es la etapa de lecho fijo y la segunda es la etapa de suministro de flujo de gas). Sobre la base del lecho fijo, al aumentar continuamente el caudal (W), el lecho comienza a expandirse y aflojarse, y su altura aumenta. Cada partícula de polvo (E) flota, dejando así su posición original y manteniendo cierto grado de movimiento. A continuación, se entra en la etapa de lecho fluidizado.
La sección BC muestra que la capa de polvo en el lecho fluidizado se expande y su altura (I) aumenta con el aumento de la velocidad del gas, pero la presión en el lecho no aumenta (ΔP). El lecho fluidizado no cambiará la velocidad de flujo dentro de un cierto rango y no afectará la potencia específica requerida por el fluido. Esta es la característica del lecho fluidizado, que se utiliza para el proceso de recubrimiento. La uniformidad del estado de fluidización en el lecho fluidizado es la clave para la uniformidad del recubrimiento. El lecho fluidizado utilizado para el recubrimiento en polvo pertenece a la "fluidización vertical". El número de fluidización se encuentra a través de experimentos. Generalmente, se puede recubrir. La tasa de suspensión de polvo en el lecho fluidizado puede alcanzar el 30%-50%.
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Hora de publicación: 26 de agosto de 2020